En las clases de historia del arte de la Escuela de Arte, me hablaban de lo sublime, pero no como lo entiende la mayoría, sino como aquello que rechazamos y nos atrae al mismo tiempo, y para esto ponían de ejemplo una tormenta eléctrica, que acojona pero nos gusta ver... nos gusta asomarnos a un acantilados, los tiburones, etc...
Después de tantos compromisos y demas, hago un dibujo por mera diversión, y es que hacía tiempo que no lo pasaba tan bien con un dibu. Todo el mundo dice: que asco!!, pero a la mayoría le gustan estas cosas.